Lindas y famosas: 5 escaleras de película

1. Roma, Italia

La escalinata della Trinitá dei Monti, de Piazza Spagna, es una de las más bellas del mundo, está integrada por 137 escalones realizados en mármol travertino. El diseño es de Francesco De Sanctis, de 1723. Los escalones suben por doce tramos, algunos más anchos y otros más angostos, que llegan hasta la plaza de la iglesia de la Trinitá dei Monti. En primavera y verano, a los costados, la escalinata se cubre de flores de distintos colores y de una multitud que sube, baja, deambula, se congrega frente a la fuente barroca de la Barcaccia. Pero el mejor de los planes es sentarse en uno de los escalones a ver pasar Roma.

2. Versalles, Francia

Algunos edificios característicos del arte francés fueron los bellos palacios, y, quizá el más impresionante es el palacio de Versalles, que hizo construir el rey Luis XIII. Al comienzo era apenas una construcción de ladrillos, hasta que Luis XIV lo amplió y embelleció. Los jardines fueron decorados por Lenotre, que diseñó una serie de escalinatas que descienden desde el palacio hasta el jardín. Dentro del chateux, para los fánaticos, hay unas sesenta y siete escaleras, la mayoría, de un gran despliegue artístico.

3. Filadelfia, Estados Unidos

Las escalinatas del Museo de Arte de Filadelfia convocan a muchísima gente que sube corriendo y, al llegar a la explanada final, salta agitando los brazos, imitando la famosa carrera por las escaleras del boxeador de ficción Rocky Balboa: los “Rocky Steps”. Majestuoso -hay obras de Van Gogh, Renoir y Cézanne, entre otros artistas inmensos-, para conocer este museo hay que subir 99 escalones. Está ubicado sobre el final del Ben Franklin Parkway, un bulevar donde se hacen conciertos y desfiles.

4. Barcelona, España

Del vestíbulo de entrada parte una escalinata que conduce a la plaza central del Park Güell, construida entre 1900 y 1903. Está dispuesta simétricamente alrededor de una escultura de un dragón de cerámica de colores, un emblema del jardín y de Barcelona. La escalinata está ubicada entre muros almenados y tiene tres tramos de once escalones y uno de doce. En la parte central hay tres fuentes con conjuntos de esculturas, que representan los países catalanes: Cataluña norte (francesa) y Cataluña sur, que pertenece a España. En el último tramo de la escalinata, hay un banco, que es casi otra escultura, que recibe el sol durante el invierno y sombra en verano. Junto a la Sagrada Familia, también del gran arquitecto Gaudí, es uno de los grandes íconos de la ciudad. Desde la escalinata, se accede a la sala Hipóstila, un espacio de 86 columnas que soporta el peso de la gran plaza que hay encima.

5. Praga, República Checa

Una calle estrecha, paralela a Nerudova y prolongada por una serie de rampas y escalones lleva hasta el Castillo de Praga. Entre los preciosos edificios renacentistas y barrocos que tienen las fachadas sobre la calle y a la escalera, uno de más espléndidos es el Hradec. La escalinata parece custodiada por dos estatuas de santos y, desde la parte posterior, se puede admirar una panorámica de las cúpulas y torres barrocas de San Nicolás y del barrio Malá Strana. Praga no tiene una sino dos escalinatas que no hay que dejar de ver: en el número 24 de la calle U Luzickeho, hay una angosta escalinata, en la que sólo cabe una persona a la vez. Para evitar problemas, se instaló un semáforo con un pulsador en ambos extremos.