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      En Santiago la goleada de Argentina preocupa, mientras sube la temperatura

      El 6-1 de la Selección sobre Paraguay encendió las alarmas en la concentración de Chile. El público local espera con calma, aunque habrá un clima hostil el sábado en el Estadio Nacional.

      En Santiago la goleada de Argentina preocupa, mientras sube la temperaturaCLAIMA20150701_0153 MARIANA BAZO Una fiesta. Las calles de Santiago tras la clasificación de Chile a la final de la Copa América. (Reuter)

      Las alegrías duran poco en el fútbol. Tras conseguir el pasaje a la final y disfrutar el día libre, los jugadores de Chile se reunieron en Juan Pinto Durán para seguir por televisión la otra semifinal, la de Argentina ante Paraguay. Y cada gol del equipo “trasandino” les fue borrando la sonrisa. El 6-1 de la selección de Gerardo Martino cayó en Santiago como un rayo de preocupaciones.

      Los principales diarios de la capital chilena destacaron en sus portadas el triunfo argentino. El matutino La Tercera tituló: “Argentina pasa asustando”. Mientras que El Mercurio anuncia: “Argentina llega a la final como una aplanadora”, y en su interior titula la crónica del partido: “Argentina despierta, aplasta a Paraguay y amenaza el sueño de la Roja”.

      En Juan Pinto Durán no hay hinchas en el mediodía del miércoles. Es un día gris en Santiago, que sigue en preemergencia ambiental y la gente atiende sus asuntos: va al trabajo y lleva a los niños al colegio, pero si se encuentra con un argentino advierte: “Nos vemos el sábado”.

      José Rojas y Eugenio Mena hablan ante la prensa en el domo del complejo Fernando Riera. La mayoría de las preguntas tienen que ver con el poderío ofensivo de la Selección Argentina. Los jugadores asienten con la cabeza y hasta parece que les duele cada vez que le mencionan a Messi, Aguero, Di María, Pastore... “Vamos a jugar de igual a igual. Lo hicimos ante Brasil, Alemania, Inglaterra y lo vamos a hacer también ante Argentina”, declara Mena. “Tenemos que unirnos todos los chilenos, dejar de lado lo negativo y concentrarnos en lo positivo”, aporta Rojas. Un periodista de la televisión se acerca al puñado de argentinos que cubren la conferencia de prensa: Y bueno, ¿por cuánto ganan el sábado? ¿Por cuatro o cinco goles?”, bromea. El hechizo ya está en el aire, pero el contraataque llega inmediatamente: “No, Chile ya es el campeón”. Palo por palo, mufa y contramufa.

      Los jugadores de la selección chilena respetan mucho a los argentinos, pero el sábado buscarán cumplir su sueño. La gente espera tranquila, aunque está atenta e identifica rápidamente -y de manera muy sencilla- a los trasandinos por la calle. En los medios se reproducen algunas canciones del público argentino que generan malestar en los santiaguinos. Y también destacan que en Concepción hubo una “pifiadera monumental que se llevó el himno che”, a pesar de la campaña de las tarjetas verdes, un mensaje de paz para “los hermanos latinoamericanos”, para respetar el himno de los países que jueguen ante Chile. Pero el sábado, en el Estadio Nacional, el de Argentina recibirá una nueva lluvia de silbidos.

      Pasan los segundos y sube poco a poco la temperatura en Santiago. El sábado en la final de la Copa América el pronóstico anuncia mucho calor en la capital chilena.


      Sobre la firma

      Juan Lagares

      jlagares@clarin.com