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    • Jueves, 28 de marzo de 2024
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      Con el eje en la sustentabilidad, crece el área certificada en el país

      Es una alternativa para agregar valor a la producción y obtener un mayor rédito a la hora de comercializar los granos. 

      Con el eje en la sustentabilidad, crece el área certificada en el paísLlevar los registros productivos ayuda a las empresas a eliminar esos costos “ocultos”.

      Seguir incrementando la producción de granos y de carne de manera sustentable es la premisa que tienen hoy los productores. Por eso, sumar herramientas para alcanzar este hito es fundamental. Y una de ellas es la certificación de los procesos productivos para una mejor gestión empresarial, mayor eficiencia agronómica y esto trae aparejado, que se abran nuevos mercados y oportunidades para las empresas.

          

      En este sentido, dos programas que crecen en el país son Agricultura Certificada (AC), una iniciativa local de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid), y Mesa Redonda de Soja Responsable (RTRS, por su sigla en inglés), una asociación internacional.

         

      “Una vez finalizada la auditoría, las empresas ya no son iguales. Se produce un cambio en la cultura de la misma”, así sintetizó a Clarín Rural José Luis Tedesco, director adjunto de AC, sobre uno de los principales beneficios. de certificar los campos.

         

      Según explicó, este sistema de gestión de calidad ambiental y productivo sirve para una agricultura más precisa, rentable y sustentable, pero también, agregó, el productor certificado es más confiable porque lleva registros de su trabajo y esto hace conocer mejor la performance de la empresa. “Hay costos ocultos, que luego de esta transparencia, empiezan a dilucidarse y se pueden eliminar”, especificó.

          

      Este programa de Aapresid incluye a todos los cultivos extensivos e incluye la ganadería intensiva. “Las empresas ingresan gradualmente y empiezan por la utilización de las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA), y posteriormente, se puede certificar el sistema de gestión y calidad”, indicó.

         

      Desde su comienzo, en 2008. hasta el momento, hay 100.000 hectáreas certificadas. “No hemos logrado aun un reconocimiento cuando se vende la mercadería como sucede con RTRS. Pero sí hemos obtenido un interés en el Estado Nacional y provinciales que planean otorgar beneficios fiscales a los productores para que aumenten la certificación para una mayor sustentabilidad y esto además, nos amiga con la sociedad”, describió Tedesco.

         

      Asimismo, destacó el ingreso de esta proyecto a la plataforma de la Federación Europea de Fabricantes de Alimentos Balanceados (Fefac), una ONG que reúne 4.000 molinos harineros y comercializa 153 millones de toneladas de alimento balanceado de 30 países. “En pocos años será difícil comercializar productos no certificados dentro de la Comunidad Europea y Agricultura Certificada tiene el reconocimiento y esto es un orgullo para Aapresid y para la Argentina”, señaló satisfecho.

         

      Hablando a propósito del programa de la Asociación Internacional de Soja Responsable, ésta tomó mayor protagonismo a partir del crecimiento del poroto en Argentina y en Sudamérica.

          

      Este proyecto tuvo sus primeras certificaciones en 2011 en Argentina, Brasil y Paraguay. En aquel momento, en los tres países, había 420.000 toneladas de soja certificadas en 143.000 hectáreas. Y en el 2015, ya hubo más de 2 millones de toneladas certificadas en 715.000 hectáreas distribuidas en 8 países. Y para este año, proyectan llegar al millón de hectáreas certificadas, según datos de la asociación.

          

      Jimena Froján, referente de la institución internacional de Soja Responsable. Foto: gentilleza Noé Hubi.

            

      En Argentina, específicamente, se incrementó la certificación RTRS en Santa Fe, Córdoba, Buenos Aires, San Luis, La Pampa, Salta, Santiago del Estero y Tucumán, las principales provincias sojeras del país. Hasta el 2015, había más de 700.000 hectáreas certificadas bajo este programa.

          

      “Con Aapresid trabajamos en conjunto para armar una armonización entre los estándares de RTRS y Agricultura Certificada. Buscamos sinergizar nuestros esquemas. Aapresid tiene mucha llegada a los productores y RTRS, a las industrias europeas que son los compradores”, sostuvo a Clarín Rural Jimena Froján, Gerente de la Unidad Técnica y de Programas de RTRS.

         

      En este sentido, se equilibraron y homologaron los dos programas para ser más eficiente. Así, producir más y ser sustentable son principios que no tiene fronteras ni obstáculos.

          

      Cuatro casos exitosos de certificación

          

      Esta semana en Buenos Aires se realizó una jornada sobre “Producción responsable y Sustentabilidad en el agro” organizada por la fundación Solidaridad.


      Durante la conferencia se presentaron cuatro casos exitosos nacionales que certificaron su producción bajo el programa “Soy Fast Track Fund”, una iniciativa que se rige bajo los estándares de la Mesa Redonda de Soja Responsable (RTRS, por su sigla en inglés).


      Los protagonistas de la jornada fueron: Kumagro, que mostró la certificación de la cadena de custodia y producción de soja NO GMO para consumo humano; Los Grobo Agropecuaria, que presentó su programa sobre la “Producción responsable con red de contratistas”; la Cooperativa Agropecuaria de Acopiadores Federados, que exhibió los resultados de la “Producción responsable en el marco del Asociativismo”; y la empresa Enrique Baya Casal, quien desarrolló su estrategia sobre la “Producción responsable en zonas de Riesgo (Chaco)”.

         

      Según destacaron los organizadores del evento, el programa forjó alianzas con productores en Argentina, Brasil y Paraguay para adecuar sus prácticas y desarrollar modelos de negocio que permitan al sector seguir creciendo y operando de forma sustentable Según datos de la fundación, a través de 40 proyectos se logró colocar bajo manejo responsable o certificar un total de más de 1 millón de hectáreas. Esto significa un área equivalente a casi siete veces el GBA, donde se llevan adelante buenas prácticas agrícolas, buenas prácticas de gestión que mejoran la eficiencia y donde se monitorean indicadores medio ambientales y sociales.



      Sobre la firma

      Esteban Fuentes

      efuentes@clarin.com


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