El traspié de Mauricio Macri con la boleta electrónica, que fulminó un relato de campaña PRO, castiga a otros actores: Capital Federal y Salta, que primerearon con el tecno-voto quedaron off side frente a la supervivencia de la boleta de papel.
Horario Rodríguez Larreta y Juan Manuel Urtubey enfrentan, con el nuevo mapa, un dilema: despegar las elecciones local de la nacional, ensayar un arriesgado modelo híbrido o volver a la lista sábana de papel.
La tercera opción es, para ambos, indeseada.
"Sería una locura volver para atrás" dijo Rodríguez Larreta y habló de desdoblar la elección porteña: elegir legisladores y comuneros en una fecha y diputados nacionales en otra.
Esa aternativa también ex tóxica, admiten en el PRO porteño, porque la Casa Rosada impulsó un menú reformista que junto al tecno-voto buscó simplificar el calendario y evitar un festival de elecciones.
Con el derrape de la boleta electrónica, si Larreta fija fecha propia, los porteños votarán cuatro veces en el año: dos primarias y dos generales.
El jefe de Gobierno tiene afinado un proyecto propio que además de darle rango de ley a la boleta electrónica incorpora otros renglones, por caso sobre el financiamiento de las campañas.
"El texto está listo hace meses pero Horacio ordenó esperar para evitar comparaciones con el proyecto nacional" le dijeron a Clarín desde el gobierno porteño.
Urtubey, un cruzado por el tecno-voto, tiene su propio problema. Semanas atrás avisó que Salta empezaría a votar en paralelo a la Nación pero la caída de la reforma de Macri alteró ese anuncio.
El salteño, confiaron a Clarín desde su entorno, consultó con el Tribunal electoral para sondear un formato híbrido que permita los dos sistema en simultáneo.
Sería así: el votante entra al cuarto oscuro donde habrá boletas de papel para diputados nacionales y maquina de votación para los provincia, pone la boleta en un sobre y el ticket en otro, y vota al salir.
¿Engorroso?. "Puede ser más lento pero la intención es votar dos veces en el año en vez de cuatro" dijeron a Clarín desde Salta.
Esta semana, Urtubey decidirá sus pasos. Si decidiese desdoblar, ya no le dan los tiempos para convocarlas para abril (primarias) y mayo (primarias, generales) como otros años.
La fallida reforma llegó con sus esquirlas a otros territorios. Domingo Peppo, en Chaco, tiene una votación local en estas semanas que sería con modo electrónico.
En Resistencia, la ciudad capital, el tecno-voto se usó en 2015: Jorge "Coqui" Capitanich ganó la intendencia con ese sistema. Peppo apunta a que, en 2019, en al menos 60% de la provincia se aplique la boleta electrónica
En Corrientes el impacto fue inverso. Cuando en septiembre se vote al futuro gobernador y a los intendentes de las principales ciudades, se usará boleta de papel, en blanco y negro, y sin foto.
A esa provincia del litoral no llegó, ni siquiera, la lista colorida. Hay, si, balotaje. Estuvo en discusión una reforma integral, con retoques a la Constitución, que finalmente naufragó.
Con pulso propio, en Córdoba Juan Schiaretti espera que la Legislatura vote esta semana varios ítem de reforma electoral: uno para limitar las reelecciones de intendentes y legisladores y otro para acotar el calendario electoral en los municipios.
Está, en proceso, la boleta electrónica que el cordobés anticipó que la quiere activa para el 2019.
Como Córdoba, otras provincias se aventuran a reformas que incorporan la tecnología al voto: el peronista Gustavo Bordet lo hace en Entre Rios, al igual que Mario Das Neves en Chubut y Rosana Bertone en Tierra del Fuego.
Pero los tres están hermanados por una ventaja: al igual que otras ocho provincias -entre ella Córdoba y Santa Fe- en 2017 no tienen elecciones provinciales.
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