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      Bélgica: ecos medievales, castillos y leyendas

      Un recorrido por la historia, el arte y la arquitectura de Gante y Amberes, dos joyas del norte de Europa.

      Bélgica: ecos medievales, castillos y leyendasLa fuente de Brabo en la Grote Markt de Amberes (iStock Photo/Getty Images).
      Redacción Clarín

      Bélgica es conocida en Argentina por dos magníficas ciudades que suelen visitarse en un mismo itinerario: Brujas y Bruselas. Lo cierto es que este país de Europa es mucho más que eso y, a pesar de la fama justificada de ambos destinos, en el recorrido deben agregarse indefectiblemente otros dos: Gante y Amberes.

      Ubicadas a menos de una hora de tren entre sí, estas dos joyas del norte de Europa son un secreto bien guardado en estas latitudes, aunque son dos ciudades muy conocidas en el Viejo Continente. Si bien cada una es relativamente pequeña y pueden visitarse juntas en unos tres días, la belleza de cada una invita a recorrerlas en detalle y a disfrutarlas con calma. Por ejemplo, desde una típica cervecería, mientras a través de los ventanales se observan los detalles arquitectónicos de sus edificios.


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      Gante, a 50 km de Bruselas, despliega una arquitectura medieval perfectamente conservada, con castillos, catedrales y maravillosas construcciones. Los tram (tranvías) conectan la estación de tren con el casco histórico y, afortunadamente, cada parada anunciada en flamenco -con palabras realmente largas y complejas de pronunciar para un hispanohablante- es acompañada de un cartel luminoso con el nombre escrito, lo que hace más sencillo saber dónde bajar: por ejemplo en Gravensteen, el Castillo de los Condes.

      Vista de Gante, con la torre medieval y la catedral de San Bavón (iStock Photo/Getty Images).Vista de Gante, con la torre medieval y la catedral de San Bavón (iStock Photo/Getty Images).

      Construida en el siglo IX, esta imponente fortaleza medieval es una de las mejores conservadas de Europa. Su posición elevada sobre el río Lys y el foso que la rodea facilitaban la defensa de los condes de Flandes, quienes habitaban dentro de sus anchas paredes de piedra. Además de residencia para la nobleza, funcionó como Casa de la Moneda, cárcel municipal y, en los siglos XVII y XVIII, fue reconvertida en una fábrica textil. Hoy exhibe una colección de espadas, armaduras y elementos utilizados en las torturas de la época, donde se encuentra, incluso, una guillotina original. Antes de partir, conviene subir a las torres para obtener una vista panorámica de la ciudad.

      Atravesada por canales, Gante ofrece paseos en barco, otra alternativa para recorrer el centro y sus cercanías. Una de las mejores vistas se obtiene en el puente St. Michael’s, ya sea navegándolo o caminando sobre él. Desde allí se pueden ver las dos calles céntricas más famosas: Graslei, que significa “calle de las hierbas y vegetales”, y Koornlei, que quiere decir “camino del trigo”.


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      Korenmarkt es la plaza principal y el punto más popular, donde se reúnen locales y turistas para disfrutar de una infinidad de cafés y restaurantes en una escenografía de edificios medievales. Desde aquí pueden verse dos construcciones que hay que visitar: la iglesia Sint-Niklaaskerk y la catedral Sint-Baafskathedral. La primera de ellas, erigida en el siglo XIII y de estilo gótico, posee una altísima torre visible desde cualquier punto de la ciudad. Con la revolución francesa y las guerras mundiales la iglesia sufrió graves deterioros, por lo que hace alrededor de 50 años comenzaron los trabajos de restauración, que terminarán el año que viene. En su interior se destaca el órgano, construido por el famoso fabricante francés Aristide Cavaillé-Coll.

      En Korenmarkt, Gante, se reúnen locales y turistas para disfrutar de cafés y restaurantes (iStock Photo/Getty Images).En Korenmarkt, Gante, se reúnen locales y turistas para disfrutar de cafés y restaurantes (iStock Photo/Getty Images).

      A pocos pasos se encuentra el otro edifico que caracteriza la silueta de Gante: Sint-Baafskathedral (o Catedral de San Bavón). Fue construida en el siglo X con un marcado estilo románico, pero luego de haber sido remodelada, adquirió una fachada gótica. Su techo, a 33 metros de altura, es uno de los grandes protagonistas, junto a los alargados vitreaux de las ventanas y el bellísimo órgano con sobre relieves de ángeles de madera. En el interior se encuentran pinturas de Rubens, el artista belga más emblemático.

      Gante es un lugar para caminar sin rumbo, para perderse en sus callecitas y deleitarse con sus coquetos bares y negocios, hasta que el ticket de tren indique el horario en el que hay que partir hacia la estación.

      A pie por un diamante

      El paseo continúa por la encantadora ciudad de Amberes, la segunda más importante de Bélgica, ubicada a menos de una hora de Gante y a sólo 40 minutos de Bruselas. En flamenco, Antwerpen fue uno de los centros culturales más notables de principios del siglo XVII y se mantuvo como una de las ciudades comerciales más importantes del norte de Europa.


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      La ciudad, por su belleza, es considerada una joyita y, en este caso, es literal. Amberes es conocida como la “Capital Mundial de los Diamantes”, dado que aquí se desarrolla el 85% de la producción del mundo. Para el viajero interesado en la temática, además de visitar negocios, puede recorrer el Museo de los Diamantes, donde se explica todo el proceso, desde su extracción hasta su venta.

      Una vista de Amberes a la luz de la luna (iStock Photo/Getty Images).Una vista de Amberes a la luz de la luna (iStock Photo/Getty Images).

      En la Grote Markt, la plaza central, se acomodan edificios renacentistas de alturas dispares, techos a dos aguas, y esculturas doradas en la altura. Son las casas gremiales, del siglo XVI, orígenes de los sindicatos por oficios, de gran poder entonces. También hay que prestar especial atención al Ayuntamiento, donde se destacan 45 arcos que fueron edificados con el propósito de albergar pequeños negocios para poder financiar su construcción, y dos esculturas en el cuerpo central, una que representa la justicia y otra que es la prudencia.

      En el centro de la plaza también se encuentra la fuente de Brabo, quien, según la leyenda, dio origen al nombre de la ciudad. Druoon Antigoon, un temible gigante que vivía en el río Scheldt, cortaba las manos de los marineros que se oponían a pagarle dinero. Pero Brabo logró matarlo, cortar su mano y tirarla al río. Fue entonces cuando Antwerpen recibió su nombre: “ant” significa mano, “werpen” es tirar, y la mano se transformó en símbolo de la ciudad.

      Het Steen, el Castillo de Amberes, es otro de los puntos a visitar. Fue construido en el siglo IX y luego, en el siglo XVI, Carlos V ordenó ampliarlo. Su fachada se encuentra en perfectas condiciones y en su entrada vuelve a encontrarse Druoon Antigoon, el gigante que atemorizaba a la ciudad. La fortaleza funcionó como prisión, aserradero, almacén de pescados y albergó diversos museos. Hoy ofrece talleres para niños.

      Amberes es una de las mejores ciudades europeas para recorrer en bicicleta (Getty Images).Amberes es una de las mejores ciudades europeas para recorrer en bicicleta (Getty Images).

      La Groenplaats es la segunda plaza en importancia y la que conjuga dos de los elementos más representativos de Amberes: la estatua de Peter Rubens, el famoso pintor barroco de la escuela flamenca, y la Catedral de Nuestra Señora, la más grande de todo el país y una de las iglesias góticas más importantes de Europa. Su construcción comenzó en 1352, y recién finalizó en 1559. Su gran torre de 123 metros, visible desde gran parte de la ciudad, fue declarada Patrimonio de la Humanidad. Dentro, conviene detenerse en su gran cantidad de obras de arte, con las de Rubens, Otto van Veen, Jacob de Backer y Marten de Vos como exponentes principales. Aquí se encuentra el Descendimiento de la Cruz, considerada obra maestra de Rubens y una de las 7 maravillas de Bélgica, con sus más de 12 metros cuadrados. Desde 1965 se realizan obras de restauración en la catedral, lo que permitió ir encontrando nuevos frescos ocultos.

      En la ciudad está la casa-taller de Rubens, quien vivió aquí los últimos 29 años de su vida. La colección de pinturas es imponente y el edificio en sí mismo es una atracción: fue diseñado por el mismo artista, inspirado en las villas italianas y en los palacios renacentistas de Génova.


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      Finalmente, es una buena idea reservarse un tiempo para ir de compras. No hay que olvidar que Amberes se convirtió en el centro de la vanguardia de la moda a fines de los 80, de la mano del famoso grupo de diseñadores los “Seis de Amberes”, convirtiendo a la ciudad en un paraíso de la alta costura. Además, cuenta con locales de las marcas europeas de ropa más populares.

      Sandra Lion / Especial para Clarín


      LA BUENA MESA​

      Entre “moules frites” y waffles​

      Bélgica es reconocida por su buena gastronomía, que abarca desde frutos de mar hasta dulces. Sus moules frites son una de las especialidades ineludibles: una inmensa porción individual de por lo menos 1,5 kg de mejillones, acompañada de papas fritas. Se prepara de una gran variedad de maneras, como la clásica marinière, con vino blanco, echalottes, perejil y manteca.

      Moules frittes: mejillones y papas fritas, un clásico belga (Wikipedia).Moules frittes: mejillones y papas fritas, un clásico belga (Wikipedia).

      La carbonnade es otro exquisito plato: un guiso de carne cocido con cebollas y cerveza belga, que también vale la pena degustar, sobre todo en los días de frío. ¿De postre? Un clásico waffle en alguno de los cientos de localcitos al paso. Y para disfrutar también mientras se recorre la ciudad, unos ricos chocolates y pralinés, típicos de este encantador país del norte de Europa.

      MINIGUIA

      Cómo llegar

      Lufthansa vuela todos los días hacia Frankfurt, desde donde parte la conexión a Bruselas. El pasaje cuesta desde US$ 999 más impuestos. En Bruselas debe tomarse el tren a Gante, que demora 50 minutos y el ticket, en segunda clase, sale 9 euros.

      Dónde alojarse

      Ambas ciudades cuentan con una amplia oferta hotelera y se consiguen hoteles y aparts por menos de 100 euros la noche, en base doble.

      En Gante, Aparthotel Castelnou (www.castelnou.be). Parkhotel (www.parkhotelgent.be), Fred&Breakfast ( www.fredandbreakfast.be).

      En Amberes, De Keyser Hotel (www.hoteldekeyserantwerp.com), Ramada Plaza Antwerp (www.ramadaplaza-antwerp.com), Leonardo Hotel Antwerpen (www.leonardo-hotels.es).

      Dónde informarse

      Embajada de Bélgica en Buenos Aires, (011) 4313-7272
      visit.gent.be/es
      www.visitantwerpen.be/en (en inglés)
      www.visitflanders.com/es
      www.belgica-turismo.es



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