“Entonces la noche”: la oscuridad acecha afuera.

La noche, ese universo onírico y tenebroso donde todo puede ocurrir abrigado en la oscuridad y sus fantasmas. Ese es el gran escenario para la obra escrita y dirigida por Martín Flores Cárdenas, Entonces la noche que se presenta en la Sala Pablo Picasso del Paseo La Plaza.

En su primera incursión en el teatro comercial, el director, que trae una identidad macerada en el off, se explaya sobre las variantes que acechan la psiquis cuando cae el sol. La muerte, el miedo, la soledad, el desamor, todas caras de una misma moneda: la de la deshumanización por el dolor.

Sus criaturas deambulan por el escenario a tientas, arañando en busca de un destino que se escurrió hace rato, mucho antes de que se hiciera de noche.

Con un dejo de “western moderno” el director sigue la línea de otros materiales suyos como Entonces bailemos, al estilo de las películas como Paris, Texas. Flores Cárdenas crea su propio mundo con una estética bella y decadente donde la crueldad se mezcla y se fusiona con la ternura y la tragedia del hombre común.

El dramaturgo y director ya viene recorriendo ese camino con otras obras como Catedral (basada en textos de Raymond Carver) y se expandió el año pasado con un versión muy particular de Othelo en el Teatro Regio, parte del circuito oficial.

En este caso, sus protagonistas provienen de diversos ámbitos y se suman amalgamando el texto. Dos caras muy conocidas como Cecilia Roth y Dolores Fonzi interactúan con el resto del elenco: Guillermo Arengo, Ezequiel Díaz y los músicos Fernando Fernando Tur y Julián Rodríguez Rona, que trabajan con Flores Cárdenas habitualmente.

La química funciona. Guillermo Arengo siempre hace rendir a sus personajes y acá es el exacto policía que no tiene autoridad más que sobre el cachorro que encontró abandonado. Díaz, como el hombre obsesionado por encontrar al padre que lo abandonó, va con su personaje de lo patético a lo gracioso. Fonzi compone a una prostituta de “road movie” a la que no le alcanza toda su belleza para redimirse. Y Roth interpreta a una mujer que ha perdido toda esperanza y se desespera por recuperar algo, aunque sea una migaja, de un tiempo supuestamente mejor.

Un equipo que apela a su gran oficio para contar esta fábula moderna y descarnada. La escenografía de Alicia Leloutre, el vestuario de Ana Markarian y Alicia Macchi y sobre todo las luces de Matías Sendón, enmarcan el clima necesario para recrear esos escenarios callejeros nocturnos. Las actuaciones e interpretaciones de Fernando Tur y Julián Rodriguez Rona sorprenden y aportan un soplo de aire a tanta sombra.

Crítica:Entonces la noche

Calificación: Buena​

​Dirección:Martín Flores Cárdenas. Con: Cecilia Roth, Dolores Fonzi, Guillermo Arengo y Ezequiel Díaz. En: Paseo La Plaza, Corrientes 1660.De mie. a dom, desde $ 550.