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      Los preferidos del Papa y definiciones peronistas en el Congreso nacional

      Sin bendición: hubo desplante de Francisco a los sindicalistas. Movimientos del PJ.

      Los preferidos del Papa y definiciones peronistas en el Congreso nacionalEl Papa Francisco, durante la tradicional audiencia de los miércoles en el Vaticano.

      Entraderas del Papa Francisco

      La trampa que les tendió el Papa Francisco al “tren fantasma” -así suele calificar en privado a algunas colectividades políticas criollas- no tiene ningún misterio. Por más que los protagonistas intenten sumir el desaire del viernes en los misterios dolorosos de la religiosidad católica, basta para explicarlo con localizar en dónde está la libido política del Papa Bergoglio cuando se refiere a estas costas. Su acción política se concentra en los excluidos del sistema del capitalismo del siglo XXI, aquellos que pertenecen a la llamada economía popular, y que representan a las organizaciones sociales, no a los partidos ni a los sindicatos, que son los que concurrieron en masa esta semana al Vaticano.

      Pablo Micheli, en la audiencia con sindicalistas en el Vaticano, días atrás.Pablo Micheli, en la audiencia con sindicalistas en el Vaticano, días atrás.

      Estos fueron más del 10% de la asistencia total de dirigentes de todo el mundo, algo que Francisco consideró una exageración. También cree que es una exageración dolosa que haya quienes publiciten encuentros que él no avala. “Estoy cansado de que vendan el ticket con mi foto”, se ha confesado ante alguno el Pontífice. Por eso era en estas horas objeto de bromas el ceteísta Pablo Micheli, que se quejó de haberse pagado el viaje en vano. “¿Es por el hotel y el avión -bromeaban algunos- o es que además tuvo que poner para estar por allí?” Misterio vaticano.

      Sindicatos vs economía popular

      Le preguntan a Francisco por qué no desmiente: “No puedo hacerlo porque entonces nunca podría recibir a nadie ni sacarme una foto con nadie”. Lo dicho: la preferencia papal no está con los sindicatos clásicos, como queda claro en la carta que leyó el cardenal Peter Turkson, su vocero. Eso explica que el único argentino que integra como asesor el Dicasterio para el Desarrollo Integral -que preside el moreno cardenal de Ghana- Juan Grabois, no participara de la misión vaticana. No lo dirá este foro que organizó el jefe de la estación social porteña, el cura Carlos Accaputo, que maneja la Pastoral Social del declinante Mario Poli. Aunque la noticia le regalase un triunfo al gobierno Macri, no hay nada más lejos del Papa que lo que escucha sobre lo que acordaron los sindicatos.

      Juan Grabois, dirigente social cercano al Papa Francisco.Juan Grabois, dirigente social cercano al Papa Francisco.

      Más aún, los informes que tiene del paquete de reformas le parecen un atentado a la economía popular y los intérpretes de esos proyectos son la nueva generación del Episcopado católico, Oscar Ojea y el jesuita Jorge Lugones -que preside la Pastoral Social Nacional-, que han criticado las reformas en todos sus términos. Los sindicalistas del acuerdo admiten que la reforma negociada no les afecta en el fondo; son cambios que ellos consienten aunque modifiquen reglas a futuro, que esperan negociar cuando empiecen a afectarlos. Los empresarios también se quejan de que los negociadores del Gobierno no les cedieron todo lo que pedían, ni aun en la batalla del viernes pasado a medianoche, cuando pelearon los abogados de Pablo Clusellas (Legal y Técnica) con los de Jorge Triaca. Les mandaron a hacer, como a los sindicalistas, lobby al Congreso. Cuando las partes se juntaron en la UIA a hacer un balance de lo obtenido, un abogado de los empresarios bromeó, mientras disfrutaban de un cafecito. “¿Qué querés? Si dejamos pasar lo de Mauricio, la esclavitud no va llegar nunca…” (se oyen risas).

      Debieron leer dos libros del Papa

      No hay risas entre los activistas de la economía popular, cuya defensa explica sin misterios la entradera del Papa Francisco: en la evaluación que hacen del proyecto, el sector pierde $ 100.000 millones por el cambio de la fórmula de actualización de la jubilación y las AUH. Equivale, en el cálculo que hacía ayer Grabois -quien asistió en 25 de Mayo al sepelio de Santiago Maldonado- a tres veces el monto que acordó con ellos la Ley de Emergencia Social de 2016 (eran $ 30.000 millones en tres años). Encima, este año no habrá bono para esos sectores, como en años anteriores.

      Dos libros que muestran el pensamiento del Papa Francisco.Dos libros que muestran el pensamiento del Papa Francisco.

      Este grupo, que tiene a Francisco como su principal escudero, lo interpreta como una transferencia de los pobres a los políticos, que son los gobernadores. De ahí el lenguaje del Papa en esa carta escrita con los intestinos, en donde habla de “lacra” y de corrupción. De paso, para entender lo que el Papa piensa de esta gente, hay que darle una leidita a dos libros que compraron los sindicalistas viajeros: “Terra, Casa, Lavoro” que contiene los discursos de Francisco a las tres cumbres de excluidos (dos en Roma y una en Bolivia) y un reportaje extenso a Grabois; y “Corrosione: Combattere la corruzione nella chiesa e nella società”. Lo firma Peter Turkson, vocero el viernes de la invectiva papal, y lo prologa el propio Francisco (Rizzoli). Debieron leerlos antes, porque están en Internet.

      Con el Papa, pero sin fotos

      Hubo quienes no se exhibieron y tuvieron encuentros personales con Francisco, como su viejo amigo Vicente Espeche Gil (a quien conoció hace 42 años cuando él era un cura emergente y Espeche iniciaba su carrera diplomática en la Santa Sede como primer secretario). Tiene códigos, no hace trascender nada, ni fotos. Como tampoco otros dos contertulios de esta semana, José Scioli y Jorge Enríquez. El hermano del ex gobernador, que disfrazó su presencia con una visita al Palacio Apostólico, escuchó un crudo diagnóstico de la evolución del capitalismo salvaje en la Argentina y en la región. El subsecretario de Justicia de la CABA, Enríquez, disimuló su presencia apareciendo en el corralito VIP de la audiencia general del miércoles.

      Pepe Scioli, con Guillermo Karcher en el Vaticano. También tendría su encuentro con el Papa.Pepe Scioli, con Guillermo Karcher en el Vaticano. También tendría su encuentro con el Papa.

      Pero también escuchó durante 45 minutos la palabra santa. Lo felicitaron por la banca ganada como diputado nacional, pero allí frenó la efusión: falta el dictamen final de la justicia para desplazar a la castigada Joanna Picetti. Lo ayudan los dictámenes de los fiscales para ser el diputado 8 del PRO por la Capital. Bajo esos dorados techos hubo alguna queja a un ministro del Gobierno de Macri, que le dio la mano al Papa en una rueda amplia y salió diciendo que había mantenido con él una charla inolvidable. También Pepe Scioli desmarcó, apareciendo en el corralito de la audiencia general, cerca de los hermanos Daer. Uno de ellos se quejó de que el Papa no los recibiese porque estaba muy ocupado. También porque estaba conmovido por los centenares de muertos en Egipto víctimas de la violencia islámica.

      Viaje a Colombia, tono criollo

      ¿Dónde más está el foco papal? Desde esta semana, en Colombia. El viernes desembarcan por esas tierras los verdaderos amigos de Francisco, encabezados por el uruguayo Guzmán Larriquiri, uno de sus maestros ideológicos, herederos los dos de Alberto Methol Ferré, artífice de la tercera posición entre liberales y marxistas, en lo que fueron los encuentros del Celam, Puebla y después, de Aparecida. Es el laico más prominente de la burocracia Vaticana, con oficinas a pocos metros de la plaza de San Pedro, Via della Conciliazione 1, como vicepresidente de la Comisión para los Laicos. Francisco lo llama “El cacique” y está lanzando una segunda edición de un libro de 2011 sobre la iglesia y el Bicentenario de la independencia de América Latina. Esa edición, que hace el obispado de Granada, España, tiene una rareza bibliográfica: un prólogo de Francisco y un epílogo de Jorge Bergoglio (es la reproducción de un prólogo a la primera edición). A ese encuentro va el cardenal Marc Ouellet, que conduce esa Comisión para Laicos, y tiene como tema la contribución de los políticos al desarrollo del continente, desde la óptica de la doctrina católica.

      Estrellas argentinas

      Las estrellas locales de ese encuentro son Aldo Carreras -discreto operador papal-, la ministro Carolina Stanley, el senador peronista Omar Perotti y el intendente radical de Córdoba, Ramón Mestre. Están viajando en estas horas a Colombia, un país que es el laboratorio de la ingeniería social de la Iglesia. El cardenal primado de ese país le ha confiado a una argentina, Virginia Gamba, hoy con el cargo más alto que un connacional tiene en la ONU. Es la responsable de los niños y adolescentes víctimas de conflictos y guerras. Estuvo hace una semana en Buenos Aires y expuso en el congreso sobre trabajo infantil, el drama de los niños en guerra. Su diagnóstico es que los niños no son ya las víctimas colaterales de las guerras, sino que ocupan el centro del problema.


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      Son usados como combatientes y las escuelas en las que deberían formarse son, en todas las guerras, el primer objetivo de cualquier ataque a poblaciones. En Colombia la desmovilización de las guerrillas de las FARC ha liberado miles de niños que, sueltos, son cooptados por los narcotraficantes y bandas de delincuentes. Eso hace peligrar los acuerdos con las FARC y también los que seguirán con otras bandas guerrilleras. Y la Iglesia es la institución que avala el proceso, jugándose su prestigio y su eficiencia. Después de estos días en Buenos Aires, Gamba viajó a Colombia.

      Gobernadores en el Congreso

      Estos aprontes son tan emocionantes como los que se vieron en el peronismo, que sesionó en varias sedes de manera discreta, para terminar de armar los bloques de las dos cámaras. En el formato gravitan de manera decisiva los gobernadores, que almorzaron el miércoles en la casa de Córdoba en la Capital, para cerrar el acuerdo de crear un interbloque en Diputados que sume todo lo sumable. En ese almuerzo Juan Schiaretti actuó de anfitrión, pero logró sentar a su contendiente Juan Manuel Urtubey y al arco que integran Gustavo Bordet, Roxana Bertone, Domingo Peppo y Hugo Passalacqua, a los que sumaron mandatarios de Sergio Uñac y Juan Manzur (de viaje por los EE. UU.).


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      Este grupo sueña con juntar un bloque de 22 diputados que tienen que encontrar un jefe, que puede ser Pablo Kosiner (de Urtubey), que agregará, en un interbloque, a los legisladores de Schiaretti-De la Sota por Córdoba, los de Misiones, Tucumán y San Juan. El grupo puede llegar a juntar cerca de 50 peronistas multicolores que les pueden ofrecer a los 110 de Cambiemos el manejo del quórum y el voto de leyes a la carta. Este esquema descrema al Frente Renovador de sus aliados de Córdoba, y esa bancada quedará en unos 18 liderados por Graciela Camaño. El grupo convino en ese almuerzo no cortar relaciones con Sergio Massa, quien les avisó que reinicia nueva vida en los EE. UU. trabajando con el sheriff Giuliani. Cree que eso le servirá para volver a las grandes ligas.

      La noche de los “Sin Techo”

      Un segundo grupo, abocado a rearmar el Senado peronista, sesionó en la noche del lunes en el departamento del senador por Catamarca Dalmacio Mera. El grupo concentró a un segmento del peronismo que son los “sin techo”, legisladores que no tienen gobernador porque vienen de provincias que no administra su partido. Tienen necesidades básicas insatisfechas y se preguntan qué hay para ellos en el armado peronista que negocia alianzas y leyes con el Gobierno. En esa cena, motivada en el cumpleaños del dueño de casa, estuvieron Miguel Pichetto, Rodolfo Urtubey, Omar Perotti, “Camau” Espínola, Carlos Caserio, y los jujeños Walter Barrionuevo y Carlos Snopek (uno sale y el otro entra al Senado).

      Peronistas miran el calendario

      En esos dos grupos, hubo dos tópicos recurrentes: 1) hay que empezar a pensar en las elecciones de 2019 y para eso hay que desenterrar la herramienta tradicional de los gobernadores, que es armar un esquema de fechas electorales desenganchadas de la nacional, para achicar el arrastre que puede tener una candidatura de Macri a la reelección; 2) en ese proceso es inevitable que se profundice la brecha entre los actuales gobernadores y sus jefes políticos, identificados con el cristinismo. Esto expresa la pelea en Tucumán entre Manzur y los Alperovich (que aprovecharon su viaje a Nueva York para hacer un acto con Cristina), de Sergio Uñac con José Luis Gioja en San Juan, de Domingo Peppo con Jorge Capitanich en el Chaco, o de Gustavo Bordet con Sergio Urribarri en Entre Ríos.


      Sobre la firma

      Ignacio Zuleta
      Ignacio Zuleta

      Periodista y consultor político