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      El pueblo santafesino que no tuvo ni un caso de coronavirus pese a estar en una zona “caliente”

      Está al sur de la provincia, en un departamento que muestra una curva en ascenso en cuanto a los positivos.

      El pueblo santafesino que no tuvo ni un caso de coronavirus pese a estar en una zona "caliente"Aarón Castellanos creó una "fortaleza" para impedir el ingreso del virus.
      Redacción Clarín

      Pese a estar ubicada en una zona donde los casos de coronavirus aumentan cada vez más, un pequeño pueblo de Santa Fe construyó una "muralla" para frenar la pandemia y en más de seis meses no tuvo ningún vecino contagiado.

      Se trata de Aarón Castellanos, una localidad de 400 habitantes ubicada bien al sur de la provincia, en el límite con la provincia de Buenos Aires. Dentro del departamento General López, que muestra una curva en ascenso en cuanto a los positivos.

      Si bien el jefe comunal, Walter Ramanzín, atribuye este fenómeno a una gran cuota de “suerte”, lo cierto es que la localidad se blindó para impedir el ingreso del virus: los controles en los accesos, el respeto al distanciamiento y las medidas de precaución fueron clave para mantener al pueblo “limpio” del virus.

      Según cuenta el sitio Mirador Provincial, el pueblo se cierra de 22 a 6 de la mañana; solo se puede salir o entrar por urgencias. El resto de las horas, hay personal abocado en el único acceso que pregunta motivos de llegada, miden la temperatura corporal y desinfectan los vehículos. Hasta hace poco, los proveedores bajaban las mercaderías ahí mismo. Ni siquiera ellos entraban.

      "​Es cierto, estamos rodeados, con el departamento muy complicado. No debe haber otro pueblo en la zona que esté libre de coronavirus, pero creo que no hay ningún secreto. Salvo la suerte, que hasta ahora está de nuestro lado, hemos concientizado a la gente, tenemos el ingreso controlado y jugó mucho la concientización”, explica Ramanzín.

      En seis meses que lleva el COVID-19 en el país, en ese pueblo solo tuvieron un caso sospechoso. Se trató de una persona con 38,5 de fiebre que fue al médico, la internaron y el hisopado le dio negativo.

      “Siempre nos hemos adherido a los protocolos, se respeta el distanciamiento social, la gente utiliza barbijo o tapabocas, y el 90 por ciento de la población sale con su alcohol en gel en el bolsillo. Eso es una realidad”, dice el jefe comunal.

      El pueblo ya sabe lo que es estar aislado. Es que durante muchos años sufrió la crecida de la laguna La Picasa y el corte de la ruta nacional N° 7 por el avance del agua, que lo dejó en total soledad.

      Ahora, con esa experiencia, volvieron a aislarse para impedir que el virus ingrese al pueblo. Los habitantes de Aarón Castellanos se cuidan pero pueden hacer una vida casi normal.

      AFG