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    • Viernes, 29 de marzo de 2024
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      Nubosidad variable en la agenda española de Macri

      Nubosidad variable en la agenda española de MacriCLAIMA20160526_0163 Polémico. Durán Barba y Pinedo se cruzaron por las declaraciones del asesor ecuatoriano sobre la pobreza en el país. (Gustavo Castaing)

      Todas las señales que acercan asesores y gurúes al vértice del gobierno entusiasman a Mauricio Macri con la aventura electoral, merced a mejorías en la economía y en la opinión. La historia los juzgará, pero el inquilino de Olivos tiene otros entuertos que resolver, que parecen tranquilos pero que también encierran conflictos y contradicciones. Por ejemplo, los que tienen que ver con la agenda global. Después de Brasil y Chile, le toca a Macri el desembarco en España, adonde lo esperan dos días de actividades regias, con dos reuniones con el rey Felipe, una con empresarios, otra con intelectuales, además de la inauguración de la muestra de arte ARCO. Sale un lunes 21, descansa el martes 22, el miércoles 23 tiene comida invitado por el Rey Felipe VI junto a un centenar de invitados, sigue un cóctel que ofrece Macri al monarca junto a unos 500 invitados, entre ellos los 50 empresarios criollos que lo acompañan, en el lugar de residencia, el palacio de El Pardo (adonde vivía Francisco Franco). Le han preparado además un acto en Casa América con Mario Vargas Llosa, y el jueves tiene un acto del Foro empresarial que preside José Luis Rodríguez (un hotelero que administra el mítico Hotel Ritz, el mismo desde donde operaba hace un siglo Mata Hari) en el palacio de Oriente. Le darán una condecoración en presencia de Mariano Rajoy y quizás del Rey. También hará una visita al Senado, adonde dará un discurso ante las Cortes –lo que acá se llama Asamblea Legislativa–. Todo muy lindo, pero un sendero de espinas: 1) Macri viaja presionado por Telefónica que amenaza con ir en queja al tribunal CIADI del Banco Mundial, contra el último decreto de convergencia de medios. Esa empresa dice ser postergada por haber estado vinculada al kirchnerismo, algo que las partes niegan. El Gobierno defiende la neutralidad de la norma y señala a esa firma por pedir más de lo que le corresponde. Los esfuerzos de la diplomacia están concentrados en que esa demanda no ocurra, o que lo haga después del viaje presidencial.

      2) Tampoco quiere Macri asistir, como otros presidentes, a la sede de la CEOE (Confederación Española de Organizaciones Empresariales), el órgano máximo de representación de los empresarios. Su presidente es el catalán Juan Rosell Lastortras, que tiene empresas de limpieza urbana a las que se les atribuye una relación estrecha y especial con Hugo Moyano. El presidente no quiere esa foto, además, porque le han comentado que este Rosell fue sponsor de la campaña de los candidatos del peronismo en las últimas elecciones, y que omitió aportes al Pro.

      3) También produce cosita en el área presidencial la ausencia en todos los movimientos empresarios, respecto de este viaje, de la firma Repsol, como si hubiera aún algún rescoldo de la expropiación de las acciones de YPF. Por eso lleva de invitados a dos escuderos de la actividad que pueden funcionar como antídotos: el gobernador de Neuquén Omar Gutiérrez, y el sindicalista Guillermo Pereyra, dos hombres del MPN; partido que siempre tuvo las mejores relaciones con Repsol.

      Macri: “¡Se acabó el peronismo!”- Cambiemos hace mega cumbre en marzo

      Se entusiasma Macri con los dictámenes de sus gurúes y asesores, que le hacen repetir ante sus visitantes que le preguntan sobre los desafíos políticos del gobierno: “¡Se acabó el peronismo! ¡No hay, ni va a haber nunca más peronismo!”. Lo escuchan aliados que vienen del peronismo disidente que tratan de buscarle una sobrevida a su partido, condenado a la extinción por las doctrinas de la nueva política. El entusiasmo ante el futuro electoral le hizo ordenar a la mesa política que representa al Pro ante los aliados de Cambiemos, que organicen un mega congreso de la alianza oficial para el mes de marzo. Se lo transmitió la cuadriga Peña-Torello-Frigerio-Schiavoni a los visitantes de la Coalición Cívica, que peregrinaron al Mangrullo, la oficina del apoderado Torello. La intención de Macri es mostrar a todos los ejércitos del oficialismo en algún lugar de la Capital Federal o del Conurbano, una imagen de unidad que sus opositores extrañan. Asistirán jefes partidarios nacionales y provinciales, y legisladores de todas las categorías. Una especie de Presídium que le muestre a los adversarios que sigue vivo el Partido del Ballotage que ganó las elecciones de 2015. En esa visita que hicieron los lilistas Fernando Sánchez, Maxi Ferraro y Maricel Etchecoin, abanderados de Elisa Carrió –hasta nuevo aviso de descanso en las costas doradas del Uruguay– ya se habló de cantidad de asistentes (cerca de un millar) y hasta de cuánto puede costar la fiesta. La fecha es oportuna, porque para marzo han prometido los augures del duranbarbismo el resultado del arbitraje de nombres en encuestas para resolver candidaturas en todo el país. Interesa, principalmente, el destino de la jefa de la CC, que sigue anclada en la intención de no ser candidata, de acompañar a todos en todo el país y, en todo caso, anotarse por necesidad como cabeza de una lista de diputados nacionales por Buenos Aires.

      Durán aconseja seguir lejos de Massa

      Los macristas de esa mesa venían del asado del lunes en Olivos, en donde se revisaron las listas de nombres que recibió Jaime Durán Barba para incluir en los sondeos. En la política popular de mercado que rige en la Argentina, la construcción política sigue siendo disparatada: deciden los de arriba, no los de abajo, que sólo participan aceptando o no listas confeccionadas entre cuatro paredes. Esto lo inauguró el duhaldismo en los años ‘90, cuando Eduardo Duhalde integraba listas de precandidatos y dejaba puestos libres que llamaba “tapones”, para incluir a última hora a premiados por alguna tarea, o a estrellas que medían bien. La práctica evolucionó en el tiempo, hasta instaurar el sistema del casting, como en los elencos del show business. Se seleccionan personajes conocidos y se los manda a medir en finas consultas y sus conductas son evaluadas por vecinos en los “focus groups” que maneja Roberto Zapata, el psicólogo del equipo del ecuatoriano. Los resultados que surgen de esos estudios son los que marcan el paso del conjunto. Durán almorzó el jueves junto a su lugarteniente Santiago Nieto con el apoderado del Pro, Torello, en las oficinas partidarias de la calle Balcarce, y le mostró los números optimistas para las elecciones. Estaban en línea con los que había ofrecido Nicolás Dujovne a los visitantes de la UCR en Olivos. Esas previsiones alimentan el optimismo macrista que expresa ese vaticinio –resbaladizo como toda profecía– sobre la desaparición del peronismo. Seguramente un espejismo de ocasión, porque se sancionó lo mismo en 1976, 1983, 1999, y no se verificó. En esa charla Durán confirmó las estimaciones que previenen al oficialismo de estar cerca de Sergio Massa: mantiene una imagen positiva alta, cerca del 50%, pero un bajísimo índice de confianza, cercano al 20%. De paso: Massa ya tiene pasajes para un viaje a China invitado por el PC de ese país. Lo acompañará Diego Bossio. Será en marzo.

      Scioli: 20 años en política – Cambio de rumbo

      En el peronismo también hay acomodos de todo tipo; el más notable fue la confesión que le hizo a unos pocos Daniel Scioli, sobre que no está pensando en una candidatura. Es importante para el destino de la oposición, cuyo único dardo envenenado que tiene en la provincia de Buenos Aires es el resultado de las encuestas, que hablan de que la dupla Scioli-Cristina tiene cerca de un 30% de intención de voto. Ese ticket, sin el ex gobernador, se diluye y fragmenta mucho más al peronismo, que confía para su recuperación, en la elección en esa provincia. El argumento de Scioli a quienes lo escucharon es que el 26 de enero se cumplieron 20 años de su ingreso en la política. Fue ese día cuando Carlos Menem le ofreció la candidatura de diputado nacional por el PJ de la Capital Federal. Fue en las horas cuando se había conocido el asesinato de José Luis Cabezas en Pinamar, y no faltó quien creyese entonces que se trataba de una cortina de humo para tapar ese horror. “Hice un clic cuando visité el Papa en enero y después cuando hice el balance de los 20 años”, se confió. “Hay cosas que no siento, como esta forma de hacer política con rencores y descalificaciones personales. Todo lo que uno haga termina siendo entendido que lo hace porque es candidato”, dice en estas horas. “En 20 años he sido diputado, ministro, vicepresidente, gobernador. ¿Es mi mejor destino ahora ser diputado o senador? No lo sé. Hablo cuatro idiomas y tengo una experiencia que me hace creer que puedo servir desde otras funciones”, explica. Para algunos es una renuncia a una candidatura, pero aclara que ha dicho que no piensa en una candidatura, no que haya rechazado nada. “Además –argumenta– termino mal colocado, porque la gente no quiere volver atrás. ¿A dónde quieren volver algunos de mi partido? La gente quiere mirar hacia adelante. Porque si miro hacia atrás también mis momentos de mayor tensión fueron con el kirchnerismo, o cuando había gobernadores que no me invitaban porque no era demasiado kirchnerista, o porque hablaba con todos”. Por eso dice que quiere estudiar los problemas y recorrer el país. “Estuve en Mar del Plata, en la Bristol y en Playa Grande, en el teatro y por la calle. La gente me reconoce, se queja de los problemas y tiene bronca. Le echa la culpa a los que están hoy y a los que estábamos antes. Hay que contribuir a que se supere esa bronca de la gente, porque eso alimenta a la anti-política”. Para anotar, porque parece el preámbulo de decisiones más rotundas de quien sostiene, junto a Cristina Kirchner, la ilusión electoral del peronismo en Buenos Aires.


      Sobre la firma

      Ignacio Zuleta
      Ignacio Zuleta

      Periodista y consultor político