“Maratón presidencial”: el plan de Horacio Rodríguez Larreta para llegar competitivo al 2023

Una maratón, con la premisa de ampliar hacia el centro para intentar llegar con más aire. Casi obligado a acelerar el tranco por su disputa con el Gobierno nacional, Horacio Rodríguez Larreta no oculta su aspiración de ser presidente en las conversaciones que encadenó en los últimos días. La presenta como una carrera de larga distancia, con el propósito de avanzar a paso firme pero sin apuro. También, sin abandonar el mantra de la moderación aun ya subido a un escenario de confrontación con Alberto Fernández desde que dispuso el recorte de la coparticipación a la Ciudad.

“Desde chico quiero ser presidente, me preparé para eso y el momento va a llegar. Es una maratón y no hay que quemar etapas”, responde cuando lo consultan sobre sus próximos movimientos, su reacción ante el lugar en el que lo puso el kirchnerismo.

La pregunta contiene la inquietud por su determinación para encarar el desafío, planteo que el jefe de Gobierno desactiva con la figura del fondista y que abarca el duelo con el kirchnerismo y a la vez la interna de Juntos por el Cambio, con la competencia con Mauricio Macri por el liderazgo del PRO. “Está convencido de que va a llegar, pero dice que faltan muchos kilómetros y que es una carrera con vallas. No lo van a sacar de esa estrategia”, coinciden sus interlocutores.

Gobernadores, legisladores, intendentes, referentes peronistas, aliados. En el tiempo que le dejaba la gestión en el marco de la pandemia, Rodríguez Larreta ya venía manteniendo reuniones presenciales y virtuales con un abanico de dirigentes para “consolidar” la unidad de Juntos por el Cambio y sembrar con la mirada en posibles incorporaciones en los próximos turnos electorales.

Claro que esos encuentros tomaron otra implicancia desde que pasó de “amigo” a oponente de Alberto Fernández. La salida de la Ciudad para mostrarse con Julio Garro en La Plata funcionó esta semana como otra señal de la puesta en marcha de su proyecto político hacia 2023, con el foco en la provincia de Buenos Aires.

En medio de las pulseadas iniciales dentro de la coalición opositora en el principal distrito, luego de que los intendentes del PRO advirtieran por los candidatos “importados” desde la Ciudad, hubo gestos de distensión -Diego Santilli participó de una reunión virtual con Néstor Grindetti y dirigentes de la tercera sección- y los alcaldes cerraron filas con el jefe de Gobierno en los pedidos de aperturas y las críticas a Axel Kicillof.

La tregua llegó con la ratificación de María Eugenia Vidal como principal referente del PRO en la Provincia, más allá de su eventual regreso a la Capital como territorio político. Más que socios -“somos lo mismo”, dijo hace poco Rodríguez Larreta-, aun así discutieron y luego acordaron que ella será determinante en las definiciones en el distrito.

Rodríguez Larreta se juntó con Joaquín De La Torre y Jaime Méndez, su sucesor en la intendencia San Miguel. “La construcción de Cambiemos en el Conurbano debe tener peronismo. El adversario es el kirchnerismo, no el peronismo”, escuchó el jefe de Gobierno del ex ministro de Vidal, con la idea de sumar dirigentes con origen en el PJ a los que ya integran Juntos por el Cambio como los intendentes Manuel Passaglia (San Nicolás) y Hernán Bertellys (Azul), Claudia Rucci, Jesús Cariglino y Gilberto Alegre. El objetivo será ir por el electorado que votó a Sergio Massa o a Florencio Randazzo, a la porción de ese sector “desilusionada” con el Gobierno.

En un rol de armadores que excede a la Provincia aparecen Santilli, Alvaro González y Cristian Ritondo -alineado con Vidal-, los tres también con ADN peronista. Hace unos días, Rodríguez Larreta se reunió con Miguel Pichetto y Jorge Yoma, detrás de la conformación de Alternativa Republicana Federal. El jefe de Gobierno reforzó en ese encuentro su postura moderada, pese al discurso duro del ex candidato a vicepresidente: “Si me critica Fernando Iglesias, para mí es mejor. Estoy muy lejos de eso”.

En encuentros virtuales con legisladores dejó un mensaje en la misma línea. “Hay que ampliar hacia el centro, no corrernos. No todos llegamos al mismo electorado. Tenemos que entender que hay distintas miradas y construir todos juntos”, les dijo a los diputados del interbloque. Su estrategia de ir al centro la refuerza a su vez con el argumento de que será necesaria esa postura en un eventual gobierno, una mirada compartida con Martín Lousteau, Emilio Monzó y Rogelio Frigerio.

Con los senadores la charla giró sobre el recorte de la coparticipación, en tratamiento en esa Cámara. “Está aumentando las reuniones, haciendo los deberes en este momento”, marcaron en la sede de Uspallata, en referencia a la disputa con la Casa Rosada.

El jefe de Gobierno porteño mantiene contacto frecuente con Macri, Patricia Bullrich -pese a algunos cruces-, Elisa Carrió y Alfredo Cornejo. En los últimos días habló con Juan Schiaretti, el único mandatario más allá de los tres radicales que no firmó el documento de respaldo a la poda de fondos a la Ciudad.

“Es una referencia, pero al tener responsabilidad de gobierno en 2021 va a jugar con el Frente de Todos o por su cuenta”, descontó un funcionario porteño. También con Pablo Javkin, uno de los extrapartidarios que Lousteau busca incorporar, aunque el intendente de Rosario avisó que rechaza la grieta y rehuye a las internas de la coalición opositora. Las conversaciones incluyen a alcaldes del Frente de Todos, por el momento para “mantener y profundizar” vínculos más que para explorar un entendimiento electoral.