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      El botín del Presupuesto, la radiografía de Elisa Carrió y fotos mudas de la política

      El oficialismo incluyó un artículo de los jueces y Ganancias para negociar con la oposición. La CC, en guardia.

      El botín del Presupuesto, la radiografía de Elisa Carrió y fotos mudas de la políticaElisa Carrió estuvo en La Noche de Mirtha, el fin de semana pasado. Está en guardia contra el Presupuesto de Massa. FOTO Prensa

      Massa se juega todo con las defensas bajas


      En estado de máxima precariedad, la gestión Massa entra en una semana que decide su destino. Tiene abiertos frentes en las cámaras del Congreso, en donde tiene que obtener productos negociados: la aprobación del presupuesto 2023 en Diputados, y la prórroga de los impuestos de los que vive el Estado, que vencen a fin de este año, en el Senado.

      El Presupuesto ya tiene el voto en Diputados, y la prórroga de impuestos espera en esa guardia de urgencias médicas que es la Cámara alta. Está a la cabeza de una larga lista de temas postergados en el cuerpo que preside Cristina. Entre la pérdida de votos en 2021 y la salud azarosa de algunos senadores oficialistas, no se han animado convocar a sesión este jueves 27 por temor a que les falte el número.

      La oposición está divida en el apoyo de esa prórroga de impuestos, y el quórum hoy dependería de que le dé un ataque de gobernabilidad y quiera facilitarle esa prórroga al oficialismo, para que el Gobierno no colapse a final de año, por falta de legalidad de los impuestos como Ganancias, Bienes Personales, Cheque, etc.

      De estos tributos se alimenta el Estado Nacional, pero también las provincias. La demora expone no sólo la debilidad del Gobierno, sino algo más espeso en la mirada política: el oficialismo -que vino a hacer la revolución- no puede dar un paso sin que la oposición se lo permita.

      Esa prórroga viene de Diputados con apenas 129 votos -el límite del quórum- gracias a una negociación. El problema no es que sea débil; lo que importa a menos de un año de las elecciones es que no se note, porque transmite aroma fúnebre, y los protagonistas empiezan a tomar posiciones según ese pronóstico.

      Un cuento de la era soviética -que ha reflotado la guerra de Ucrania- cuenta el diálogo entre un chofer de ambulancia y un pasajero que le pregunta:

      - ¿A dónde vamos?

      - A la morgue, le responde.

      - Pero todavía no he muerto, se queja.

      - Bueno, pero tampoco hemos llegado aún a la morgue.


      Jueces: un botín de apuro para negociar


      El debate del presupuesto dejó a la oposición sin descanso durante el fin de semana. El Gobierno echó mano de los ardides más clásicos para precipitar alguna negociación que les facilite la sesión, citada para este martes, que puede ser el Waterloo de Massa. Simula ser un ministro mágico, pero si no saca un presupuesto, ¿qué otro truco le queda para sobrevivir?

      El Gobierno ya se quedó sin presupuesto 2022 por la defección del cristinismo. Le puede ocurrir lo mismo esta vez, porque el proyecto (como el anterior de Martín Guzmán) contiene un acuerdo con el FMI, del cual abomina el cristinismo.

      Para evitar que se repitiese el sainete del Máximo opositor desde la trinchera del oficialismo, el Gobierno urdió el ardid de acentuar la polarización con la oposición. Construyó de apuro un botín de negociación por apoyos: el proyecto que los jueces paguen impuesto a las Ganancias. Ni tuvieron la delicadeza de avisarle a la diputada cristinista Vanessa Siley, que representa al oficialismo en el Consejo de la Magistratura. Se enteró por los diarios.

      Es una iniciativa que debería ser objeto de una ley aparte, pero el oficialismo busca que entre en el dictamen final, con el solo objeto de tener algo para intercambiar a cambio de apoyos para lo demás. La oposición se quedó sin descanso de fin de semana, ocupada en interminables comunicaciones más que discretas con los jueces de la Corte para resolver una respuesta unificada.

      Hasta este domingo -que distrajo a las cuatro hinchadas más grandes del fútbol, que creyeron jugarse todo en 90 minutos- existía ánimo de rechazo. La iniciativa tiene forma y fondo de chicana: nadie cree que haya ánimo de hacer un debate en serio y es sólo un juguete rabioso para sobrevivir.


      Coparticipación a la riojana

      ¿No bastaban esos acuerdos para que saliese el presupuesto en paz? No, porque entre la última reunión de la comisión de Carlos Heller, que habilitó el dictamen del peronismo, y su publicación el viernes pasado, el proyecto sufrió una insólita inflación. Aparecieron más de 40 artículos nuevos, nunca discutidos en la comisión, y que son otro récord de cría y engorde del texto de un presupuesto, que ahora tiene un 40% más de artículos.

      En este paquete nunca conversado aparecieron otros asuntos que benefician al oficialismo, y que van a ser prenda de un debate mucho más agrio que el que pueda plantearse sobre Ganancias de los jueces. Uno de ellos se refiere a la partida que todos los años se vota con destino a la provincia de La Rioja para compensar que se olvidaron de ellos en el reparto de la ley original de coparticipación en 1968 -uno de los bloopers más misteriosos de la Argentina de la transición democrática-.

      Esa asignación específica destinaba un monto fijo para los municipios de esta provincia, de los que el 50% debía ir a la capital provincial. Este año la partida casi se duplica de $ 25.000 millones a $ 47.000 millones, pero se omite el compromiso de asignar un porcentaje a La Rioja capital. Todo queda en manos de la discrecionalidad de su gobernador, el peronista Ricardo Quintela. La capital es gobernada por Inés Brizuela, del radicalismo, cuyas rentas ahora quedan en manos de su adversario local, con quien convive a los arañazos.


      Jubileo fiscal para el Estado que le debe al Estado


      Aunque todos esperan duras batallas sobre los temas que ya se han discutido desde que se conoció el dictamen, el foco principal estará en un misterioso artículo 96, tampoco llevado a la comisión. Por este artículo se dicta una gigantesca condonación de las deudas con la AFIP de la Nación, las provincias y los municipios, por “las deudas tributarias y de los recursos de la seguridad social vencidas hasta el 31 de octubre de 2022, cualquiera sea el estado en que se encuentren.”

      Este descomunal pagadiós, que agradecerán el Ejecutivo nacional, gobernadores e intendentes, no está acompañado de una planilla que calcule los agujeros que dejarán, y sólo exceptúa a las deudas que esas jurisdicciones tengan por ART o, por supuesto, por aportes a las obras sociales. No fuera que se enojen aún más los dirigentes sindicales. El artículo aclara que la condonación no incluye los aportes de los trabajadores para las jubilaciones, con lo cual se deja a los contribuyentes fuera de este jubileo de los deudores del Estado.

      Para provincias y municipios es tentador dar el apoyo a ese jubileo que no tiene explicación. Una moratoria del Estado para con el Estado. Quienes imaginan que el peronismo se prepara para un futuro como oposición desde 2023, encuentran un posible justificativo para tamaña enormidad fiscal por parte de un gobierno que agobia al personal con impuestos cuyos porcentajes están en el borde de la legalidad constitucional.

      Si van a ser oposición, qué mejor situación que heredar administraciones limpias de polvo y paja, y con deudas condonadas. Estas deudas suelen ser por montos retenidos, pero que no han sido girados a la AFIP. Los detectives salvajes de la oposición creen que es un artículo con nombre y apellido, aunque se incluyen jurisdicciones no administradas por el Frente de Todos, como la CABA de Rodríguez Larreta.


      La cláusula gatillo es una invitación a la híper

      Dará también para las chicanas el profético art.138, que contiene la trajinada cláusula gatillo para el caso de que la inflación acumulada supere en un 10% el cálculo del 60%, en el que se percibe Massa para 2023. Una simple reflexión señala que si al 31 de agosto estábamos imaginando una inflación del 60% + 10%= 70%, significa reconocer un nivel mensual total promedio para el año de un 7% mensual acumulado.

      Este escenario equivale a anticipar una fantasía hiper-inflacionaria. La oposición pidió una cláusula gatillo y el Gobierno le respondió con una participación fúnebre, porque un eventual estallido hiper-inflacionario no lo van a arreglar con terapias de palabras. Es una cláusula gatillo con la pólvora mojada. Por las dudas, apuntá para otro lado.

      Rechazos de todos los colores

      En una reunión de bloque, la UCR resolvió no apoyar la inclusión de Ganancias para los jueces. Quedó pendiente para este lunes acordar con los otros partidos de la oposición si ese rechazo se hará a través del manejo del quórum, la abstención, o el voto negativo.

      Las diferencias para una u otra vía son claras entre los partidos. La Coalición primereó el jueves, cuando Juan Manuel López anunció que no lo votaría. Elisa Carrió encargó a sus diputados que hicieran una radiografía del sistema. En la reunión del interbloque en la noche de este domingo anunció que su bloque votará por el No en general al proyecto, y que en el tratamiento en particular votará contra retenciones, blanqueo, impuestos a bienes tecnológicos y Ganancias a los jueces.

      Mario Negri juntó al bloque el domingo a la mañana para adelantar el No. Cristian Ritondo, jefe del PRO, también dijo que rechazarían el proyecto. Hay disidencias en algunas tribus macristas del interior, a quienes el "mileísmo" los corre con la acusación de que es un tema de la "casta", y temen perder votos por derecha.

      En líneas generales todos huelen la patraña para generar una pieza de intercambio, que sume a los compromisos unilaterales que ya se habían cerrado en Diputados entre el oficialismo, los bloques y los representantes de los gobernadores.


      Esperando el próximo Wikileak

      Tanto trajín deja espacio sólo al oficio mudo, el dígalo con mímica o la sombras chinescas. Es la forma de comunicarse de los protagonistas en campaña, que aprovechan los beneficios de un estilo de comunicación -que compite hoy con el periodismo- que se deja llevar por "su adicción a la sensación, a las carreras de caballos, su propensión a la exageración y su deseo de ganancias por clics o audiencias de televisión" (como ironiza la periodista Margaret Sullivan, ex New York Times, en su libro “Newsroom Confidential”, St. Martin’s Press, 2022).

      La semana aportó al oficio mudo la larga entrevista a solas de Mario Negri con el embajador de los EE.UU. Mark Stanley. Fue en la misma jornada cuando el delegado de Joe Biden almorzó con Horacio Rodríguez Larreta y Fernando Straface, y tomó un café con Javier Milei. El oficio mudo incluye esa contradicción de no contar de qué hablan, pero sí publicar fotos.

      Habrá que esperar al próximo wikileaks para saber de qué hablaron, porque lo guardan en lacrado silencio. No hace falta mucha imaginación para presumir qué inquietudes puede tener Stanley sobre un país del cual no conoce aún el idioma. Deben desvelarlo algunos misterios criollos. Uno de ellos es cuántas reuniones hacen falta para entender las explicaciones de Milei. Este diputado junta dos facetas, una alto rigor técnico y un estilo airado que expresa a sectores de la indignación.


      Más enigmas para Mr. Stanley

      Como todo americano demócrata, Stanley debe estar preocupado por la suerte de su gobierno en las elecciones. También es previsible que busque claves para la trama global en la que se mueve Donald Trump. Mauricio Macri se sacó una foto con él, pero suspende la valoración del intento de ataque al Capitolio, un escarnio tercermundista que no ha ocurrido ni en la Argentina más crítica de 2001.

      Otra inquietud que desvela a visitantes es cómo un partido como Juntos por el Cambio gobernó en minoría entre 2015 y 2019 y sacaba leyes con 80 diputados. Eso debería explicárselo Negri, que presidía el interbloque. Tampoco se sabe de qué hablaron Stanley y Larreta, pero si se hace ejercicio de interpretación de fotos, hay que detener la mirada en el acompañante del embajador en el almuerzo del jueves pasado en el palacio Bosch. Estaba el diplomático Kevin O'Reilly, un baquiano del Departamento de Estado que ya estuvo en la Argentina durante la era Menem.

      O'Reilly vino a la Cumbre de alcaldes C40, que organizó Larreta. Pero de lo que sabe más es de vacunas. Cuando estalló la peste Covid, trabajó en el plan de asistencia de su gobierno a los países afectados. Estaba encargado del rubro donaciones de su gobierno: si de algo sabe es de los (no) acuerdos Pfizer. En aquel tiempo la Argentina no validaba la vacuna Pfizer y eso impidió que vinieran de esa marca, cuando eran más necesarias. Habrá que esperar al próximo wikileak.


      A nadie le sobra nada

      También habrá conclusiones de otros ejercicios de la interpretación de fotos mudas. Por ejemplo, quién irá y quién no a la presentación del libro de Macri en la Rural. Las invitaciones han sido sin restricciones. Su rol de candidato hermético -sobre su futuro- fomenta la conveniencia de convocar a todos, porque todo le suma. Tampoco le sobra nada.

      Gerardo Morales tiene su oportunidad de revistar fuerzas el sábado en Costa Salguero, en el acto por los 39 años del triunfo de Alfonsín. Ha invitado a todos los jefes de la coalición que integra la UCR. Macri se disculpará porque estará en Arabia Saudita. Facundo Manes hará lo mismo porque estará en los EE.UU. pero al menos dejará un videíto. Morales es el gobernador radical más lejos hoy de Macri, una distancia que marca que es su competidor en una interna dentro de JxC. Y en esa no están dispuestos a ceder un metro.


      Sobre la firma

      Ignacio Zuleta
      Ignacio Zuleta

      Periodista y consultor político