Alberto Fernández a la intemperie, la minoría cristinista y cumbre radical en Parque Norte

Alberto, de nuevo a examen en el Congreso

De sobre pique, y cuando no terminan de caer las esquirlas del voto FMI, Alberto va a examen de nuevo en el Congreso. Sucede a horas del aplazo en donde la oposición le impuso forma y fondo a la aprobación del acuerdo. Esta vez se las tiene que ver solo. La polémica creación del fondo del trigo y la suba de retenciones salieron el sábado por decreto -uno es un DNU, el otro uno de delegación legislativa- sin que esté integrada la comisión de Trámite Legislativo que puede aprobarlos o voltearlos. Y le pasa cuando sus relaciones con el cristinismo están peor que nunca.

Hasta la batalla del FMI, el Presidente podía confiar en que la bicameral podía aprobarle decretos legislativos como el 131 y 132 de retenciones y fondo del trigo. Ahora, con la oposición enardecida contra esas medidas que rechaza el campo, y con el cristinismo indignado, se somete a una prueba de fuerza que puede terminar en otro escenario de debilidad extrema.

Con las organizaciones del campo saliendo a la ruta, los jefes legislativos de Juntos por el Cambio, Mario Negri y Luis Naidenoff, pedirán este lunes que las autoridades del Congreso integren la bicameral de los decretos, que debe revisar las dos decisiones. Una de las extravagancias de este año es que, además de no tener presupuesto, el Ejecutivo ya no cuenta con las delegaciones legislativas que el frustrado proyecto le daba.

La fragilidad de las dos normas no sólo expone al Gobierno a la judicialización del uso de estos recursos contra la crisis. También a que la suma de la oposición al cristinismo le voltee, antes de nacer, esas iniciativas. Interesante juego de bisagras que lo tiene al Gobierno como maleta de loco. Para el FMI, dependió de la flexibilidad de la oposición de Juntos por el Cambio. Para estas medidas, la bisagra es el cristinismo.

Ahora se probará si el divorcio es en serio

La actitud que tenga el ala de la vicepresidente probará si el divorcio va en serio, o solo se han tomado una pausa en la relación. El destino de Alberto otra vez en manos ajenas. La bicameral de los decretos legislativos (los hay DNU y de delegación Legislativa) suele integrarse todos los años en diciembre. Pero no ha ocurrido hasta hoy. Es parte de la demora del Congreso en arrancar por peleas por las comisiones y los contratos de asesores.

En este caso se agrava la fragilidad del sistema porque es una comisión permanente, que debe intervenir ante un decreto con un plazo de 10 días, esté abierto o cerrado el Congreso. Han pasado casi tres meses y Cristina y Sergio Massa no se han puesto de acuerdo para integrarlo, dejándolo a Alberto sin respaldo institucional. ¿Atentado o accidente? Como fuera, una muestra del cisma que los separa.

Le agrega morbo a la situación que el balance de la cantidad de bancas de oficialismo y oposición puede resultar en un empate, con lo cual la bicameral puede llegar a tener una conducción compartida, como la que ejercieron alguna vez Naidenoff y Diana Conti. Si eso ocurre, el Presidente de la bicameral no desempata y hará falta llegar a consensos para aprobar o rechazar los DNU y decretos de delegación legislativa.

El peor escenario para un gobierno débil: que la suerte de sus medidas dependa de la asociación de tribus adversarias. Está condenado a que se unan contra él, según la ley que dice que, en política, si alguien te puede matar, te va a matar.

Decretos condenan a Putin: hablan de invasión

El Gobierno, ya perforado por la batalla del FMI, camina por un hielo más que delgado. Una curiosidad para quienes piden al Gobierno pruebas de alineamiento internacional. En los considerandos de las dos normas, se habla de "invasión de Rusia a Ucrania". La palabra “invasión” está prohibida en el lenguaje oficial de Moscú, que prefiere se diga que son “operaciones especiales” de paz.

Usarla en documentos oficiales del Gobierno es una opción clara por la condena a Putin que esperaban los críticos de la tibieza, y a quienes no les bastó que apareciese el propio Juan Manzur en la escalinata de la embajada de los Estados Unidos, en un acto anti-Putin junto al embajador de los Estados Unidos. Por mucho menos Fidel trató de “lamebotas” a De la Rúa.

Ese acto en el palacio Bosch –sede la embajada- ocurrió en las mismas horas cuando Elisa Carrió visitó al encargado de negocios de la embajada de Ucrania junto a Maxi Ferraro para hacerles presente su solidaridad por la invasión. En la misma línea de intereses globales, Ferraro y Patricia Bullrich visitaron el viernes la embajada de Israel.

Cristina, más débil en el Senado

El cristinismo hace recuento de daños y va a este debate con fuerzas disminuidas. Los 11 fieles al voto del No al FMI retrotraen a este sector del peronismo del Senado a los tiempos cuando Miguel Pichetto conducía el bloque Argentina Federal, y los cristinistas se apiñaban en torno de ella con Marcelo Fuentes como jefe del bloque PJ-Frente para la Victoria.

El documento explicando el No tuvo la firma -para llegar a 13– de Adolfo Rodríguez Saá y Eugenia Catalfamo, a quienes no se les puede asignar una observancia cristinista. Esos 11 incluyen a Guillermo Snopek, que tiene juego propio y tampoco oficia en los altares de la vicepresidenta, de quien es aliado de tiempo parcial. Esos 11 -que permanecen en estas horas en el bloque dividido que maneja José Mayans- tienen menos peso político que los que conducía Fuentes hasta 2019.

En aquel tiempo, además, Fuentes aportaba un canal de comunicación con el entonces oficialismo, que se despachaba en las charlas que mantenía con Federico Pinedo, presidente de la Cámara. Era la era de los habanos, hábito que compartían Pinedo y Fuentes para facilitar unas relaciones que hoy no existen entre oficialismo y oposición.

Actualmente los lazos están cortados y lo más parecido a aquellos concilios son las charlas formoseñas entre Mayans y Naidenoff, presidente del bloque radical, que no fuman habanos ni toman whisky. Ellos se lo pierden.

Decían buscar consensos y tiran con decretazos

Este gusto por tener los dedos en el tomacorrientes no ayuda a lo que buscaba el acuerdo con la oposición sobre el FMI. ¿Qué es un programa sustentable para el Fondo? En el informe sobre el préstamo a Macri, que debe leerse como un ayuda-memoria de lo que tiene que hacer ahora el gobierno albertista, el fondo advirtió:

“El objetivo sería hacer que los programas sean más robustos frente a posibles choques exógenos y errores de pronóstico, dados los altos niveles de incertidumbre que prevalecen en las crisis. Los programas también deben protegerse contra supuestos de rendimientos poco realistas de las reformas, especialmente cuando el entorno político es incierto. En algunos casos, se justifica el acuerdo sobre los planes de contingencia desde el principio”. Con estos DNU, el Gobierno que decía buscar la unidad tiró una granada-racimo en sus relaciones con la oposición.

Malón de radicales en Parque Norte

La andanada opositora tendrá un ingrediente que pondrá en claro que el amor de la oposición tampoco es eterno, pese a las emergencias. Más de 400 intendentes radicales se juntan este martes en Parque Norte con los tres gobernadores del partido para organizarse en campaña. Tienen una agenda belicosa que incluye pedidos de entrevista con varios ministros de Alberto.

El motivo será presentarle quejas por discriminación de trato en el envío de fondos o en la atención de proyectos a comunas no alineadas con el oficialismo. Los mandatarios Gerardo Morales -jefe, además, de la UCR-, Rodolfo Suarez y Gustavo Valdés los acompañarán en las entrevistas, si se las conceden, claro. Si no los reciben, redoblarán la protesta. Una reminiscencia de aquellos federales que en 1820 ataron los caballos a las rejas de la Pirámide de Mayo.

El gesto de federalizar la campaña hacia 2023 la apura también el PRO, que cita para el 1° de abril a una cumbre de jefes del partido de todo el país. Convoca el diputado Omar de Marchi y tendrá color si van algunos de los jefes nacionales que forcejean por la candidatura 2023. Horacio Rodríguez Larreta avisa desde Hannover, adonde llegó el domingo, que mandó a ajustar agenda para viajar ese día a Mendoza sin faltar, al día siguiente, a los actos por el 2 de abril -día de Malvinas-.

A todos estos saraos se anota también Patricia Bullrich, que acompañó a los conservadores del PRO que se reunieron en Córdoba durante el fin de semana. Estos encuentros son oportunidad para tumultos como el que protagonizaron en esa reunión los invitados Luis Juez y Laura Rodríguez Machado, que se adelantó en público a anunciar una candidatura a gobernador que Juez trabaja para él.

Crisis de apoyos en el voto patagónico

En el diagnóstico por imágenes aparecen otras debilidades de la opción cristinista, que es la pérdida de liderazgo sobre el voto patagónico. Desde las alturas porteñas no se aprecian esos matices. Pero importan mucho en donde suceden los hechos. Entre las abstenciones se suman las de las neuquinas Silvia Sapag y Lucila Crexell, que pertenecen a la misma etnia.

La referencia no es discriminatoria, porque la senadora Sapag argumentó por esa línea su voto: "Por todas estas convicciones es que yo votaría el acuerdo; pero por razones familiares, muy personales, de la historia de mi familia, es que me abstendría. Así que, señora presidenta, le adelanto mi abstención".

También se abstuvo la rionegrina Silvina García Larraburu, que tiene el voto cambiante. Fue "celeste" ante el aborto en 2018 y "verde" en 2020, siguiendo instrucciones de Cristina. Su comprovinciano, Alberto Weretilneck, también optó por el Sí, lejos del cristinismo. Como otro patagónico, Carlos Linares, de Chubut, de quien Cristina pudo esperar un No militante.

Este recuento del voto FMI la despide del liderazgo patagónico, pero la vicepresidenta se afirmó como conductora del peronismo bonaerense, qué garpa más. Esta declinación en el voto sureño explica que Alberto se exhiba en Tucumán, el 7° distrito con mayor cantidad de votos y eje del Norte, en donde el presidente junta más adhesiones.

La Corte blinda poder en la Justicia

El otro examen que apura al peronismo es el plazo del 16 de abril para que quede “equilibrado” el Consejo de la Magistratura según el fallo de la Suprema Corte. El oficialismo apura el proyecto oficial para interceptar la voluntad de la Corte y de la oposición de que el presidente del tribunal asuma la presidencia del Consejo. Este martes hay plenario de comisiones, buscan dictamen con 37 votos para el jueves, y quieren llevar al recinto el proyecto antes del 31 de marzo.

Ya antes hubo una ley de rompe y raje, la del 2x1, que votó el Congreso por unanimidad en pocas horas para destrabar una causa de lesa humanidad. Ahora el clima es difícil para aquella proeza legislativa que, como la del FMI, tuvo la marca de Elisa Carrió. La prueba para el oficialismo es como la del FMI, porque pone a prueba el compromiso de los senadores que escuchan lo que quieren los gobernadores.

¿Le conviene a los mandatarios provinciales sumarse a la guerra del cristinismo contra la Justicia, que es una puja del Peronismo del AMBA en la que el Peronismo Federal tiene poco para ganar y mucho para perder? Los gobernadores son guardianes del equilibrio en sus provincias con la justicia federal, ¿para qué arriesgarlo en una pelea ligada al destino personal de Cristina? Puede salir en el Senado, pero hay clima de borrasca en Diputados por el rechazo de la oposición que espera atajar esa pelota o mandarla a la tribuna.

La otra reforma judicial

En la Corte están dispuestos ya a que Horacio Rosatti se haga cargo del Consejo. El justice hace, por debajo del radar, una gira nacional inaugurando el año judicial con reuniones con jueces, camaristas y fiscales como la que tuvo hace unos días en Comodoro Py. En esos encuentros se va amasando una reforma más profunda que la que han propuesto los políticos. Esos proyectos valoran la posibilidad de un nuevo mapa judicial, que Rosatti cree anclado en la década de los años ’90, y que expresa un mundo que ya fue.

Santa Fe, por ejemplo, libra la lucha más dura contra el narcotráfico, y tiene sin cubrir el 50% de los cargos federales. Esa provincia tiene una sola Cámara Federal en Rosario para todo el territorio. La política, en cambio, ha creado una Cámara Federal en la localidad de Piedrabuena, cuando ya hay otra en Río Gallegos.

Quienes se interesan en la doctrina de estos cambios son remitidos a la lectura del fallo Ciccone, que impone el pago de una indemnización por la expropiación que, como alegaron el Estado Nacional y la AFIP, debía netearse con deudas fiscales. Ese fallo, en la percepción de los firmantes, es una defensa del derecho a la propiedad privada, que ratifica jurisprudencia y abre una luz a lo que puede fallar la Corte ante reclamos por cambios tributarios como las retenciones. El fallo dice: “La excepción a la regla según la cual el pago de la suma expropiatoria debe efectuarse en 'dinero en efectivo' solo podría tornarse operativa si el sujeto expropiado prestara su conformidad con una modalidad de pago diferente a aquella".