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      Coronavirus en Argentina: por qué la baja de casos en el AMBA puede complicar los ensayos con dos vacunas

      Clarín consultó a los infectólogos Pedro Cahn, Pablo Bonvehí y el experto en virología Jorge Quarleri para analizar cómo puede afectar esta variable en los estudios de fase 3 que se desarrollan en el país.

      Coronavirus en Argentina: por qué la baja de casos en el AMBA puede complicar los ensayos con dos vacunasGran parte de los voluntarios de la vacuna están en la zona metropolitana.
      25/09/2020 06:01

      Cientos de voluntarios del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) se ofrecieron para participar de los ensayos de dos vacunas contra el coronavirus, la de Pfizer y la de Sinopharm. En forma aleatoria, la mitad recibe la vacuna y la mitad, nada (placebo). Para que el ensayo sea expeditivo conviene que los participantes residan en zonas donde el contagio sea más o menos posible. ¿Juega en contra que vivan en Buenos Aires, donde ahora el coronavirus está supuestamente “bajando”?

      “Justo hoy empezamos a vacunar a los primeros voluntarios”, confirmó el martes el infectólogo Pedro Cahn a Clarín. El director científico de Fundación Huésped -y uno de los principales asesores sanitarios del Gobierno en la pandemia- se refirió, así, a la famosa “vacuna china” (de Sinopharm), que está siendo testeada en humanos, en un ensayo dirigido por él junto a infectólogos de la Fundación Vacunar. Participan 3.000 personas de CABA y de un radio de hasta 30 kilómetros, por lo que un porcentaje reside en el Conurbano.

      El médico habló de si el ensayo que dirige podría “caerse” o perder solidez, en caso de que la curva de infectados del ámbito porteño confirme un sostenido descenso. Antes de su respuesta, un par de aclaraciones.

      La premisa que respalda este interrogante tiene dos facetas. La más obvia es que si los voluntarios vivieran donde el virus no circula, difícilmente estarían expuestos al contagio, por lo que la efectividad de la vacuna podría ser evaluada, sí, pero en un largo plazo, a medida que pasen los meses, los cambios de estación -con sus respectivas oleadas virales- y a medida que los voluntarios tomen contacto con personas de otras geografías.

      De hecho, en la “vida real-no pandémica” funciona así: se desarrolla una nueva vacuna y su efectividad se mide a lo largo de años. Muestra de esa concepción son unas palabras de Ricardo Teijeiro a esta cronista. El reconocido infectólogo del hospital Piñeiro se mostró sorprendido por la idea de que un fármaco se analice “lanzando a la gente al virus salvaje”.

      Toma de hisopado para examinar la presencia de coronavirus, en el barrio Las Flores de Rosario, Santa Fe. Foto Juan José GarcíaToma de hisopado para examinar la presencia de coronavirus, en el barrio Las Flores de Rosario, Santa Fe. Foto Juan José García

      Pero hoy la lógica parece ser otra. El mundo corre por tener una vacuna efectiva y accesible contra el coronavirus.

      El otro aspecto que sostiene la pregunta inicial es por la inmunidad de rebaño. Más allá del debate por el porcentaje que define esa suerte de "callejón sin salida epidemiológica para el virus" (por intentar infectar a una población inmunizada en forma "natural"), cae de maduro que si en cierta ciudad la curva baja, podría deberse a que buena parte de la gente ya estuvo expuesta al SARS-CoV2.

      “Malo sería hacer un estudio de vacunas en una población con un alto porcentaje de personas que desencadenaron ya una respuesta inmune. Sería darle un inmunógeno a quien ya tuvo contacto con el virus, un terreno sucio, polvoriento para hacer interpretaciones correctas sobre la eficiencia de cierta vacuna”, apuntó Jorge Quarleri, investigador del Instituto de Investigaciones Biomédicas en Retrovirus y Sida (INBIRS, dependiente de la UBA-Conicet).

      Pedro Cahn, asesor principal del Gobierno en la pandemia, director científico de Fundación Huésped y uno de los infectólogos que dirige el ensayo de la vacuna china (Sinopharm) en Argentina.Pedro Cahn, asesor principal del Gobierno en la pandemia, director científico de Fundación Huésped y uno de los infectólogos que dirige el ensayo de la vacuna china (Sinopharm) en Argentina.

      De ahí que sea central ("una condición sine qua non", dijo él) analizar la inmunidad "al momento de reclutar voluntarios para probar una vacuna en fase 3".

      ¿Qué respondió Pedro Cahn de todo esto?: “Desde ya, esperamos que la curva de contagios mejore, aunque eso complique el estudio (de la vacuna china)”.

      En seguida aclaró que, “igual, aun estando 'algo' mejor, no estamos en una situación en que el estudio corra peligro en AMBA”. Y, en línea con las observaciones de Quarleri, aclaró: “A todo el mundo se le hace una serología basal: se mide la inmunidad antes de que reciban la vacuna”.

      Pablo Bonvehí, uno de los expertos que trabaja en ese ensayo con Cahn (director científico de la Fundación Vacunar, además de jefe de Infectología del CEMIC), admitió, también, que “una de las formas de medir la eficacia de la vacuna es en función de los casos que vaya habiendo de Covid, para ver la contagiosidad en los vacunados en comparación a los que recibieron placebo. O sea que si la cantidad de casos desciende en el AMBA y en CABA, obviamente eso va a hacer que el estudio lleve más tiempo".

      Pablo Bonvehí, uno de los infectólogos que dirige los ensayos locales de la vacuna de Sinopharm.Pablo Bonvehí, uno de los infectólogos que dirige los ensayos locales de la vacuna de Sinopharm.

      El médico subrayó que "no es que no se pueda hacer porque igual se tomó en cuenta una muestra grande contemplando estas variables, pero puede hacer que requiera más tiempo”.

      Al igual que el desarrollo de Pfizer y BioNTech, a cargo de Fernando Polack, que se hace con voluntarios porteños y de hasta un radio de 60 kilómetros, confirmaron voceros del médico, el ensayo de la vacuna china no tiene alcance nacional. Bonvehí lo explicó: “Cuanto mayor representatividad tengan las personas que ingresan a un estudio clínico, en este caso una vacuna, siempre es mejor. Pero hay desafíos logísticos y técnicos. Si uno hace el estudio solo en capital y Buenos Aires es más factible llevarlo a cabo".

      Cautela vs. ansiedad

      Desde la virología -alejado de los desarrollos tecnológicos de laboratorio-, Quarleri advirtió que, “al ser todo contrarreloj, se pueden imponer ansiedades que trasciendan lo sanitario. Por eso la relevancia de la vacuna no debe ser contextualizada en el cortoplacismo. Es decir, su eficacia trasciende la situación coyuntural de si suben o bajan los casos de Covid-19 en una jurisdicción”.

      “De todos modos, no hay inmunidad de rebaño. Si la tuviéramos, obviamente no tendría sentido probar la vacuna en CABA”, remarcó.

      Fases de desarrollo de una vacuna

      Para el científico, "la vacuna hay que evaluarla en el tiempo, y en función de dos participantes: el énfasis de la respuesta inmune que va mostrando el hospedador, por un lado, y por el otro, la respuesta que no conocemos del virus. Porque un virus 'presionado' -en el sentido darwinista del término- desde el medio ambiente que habita, es decir, las personas, podría eventualmente adquirir características distintas a como lo conocemos hoy”.

      A largo plazo, aun si se arribara a una vacuna “exitosa”, esos cambios requerirán "vigilancia epidemiológica permanente, de modo de ir siguiendo el tema con vigilancia estacional, como se hace cada temporada con influenza (gripe)”, explicó Quarleri.

      “Pero cualquier afirmación sería hacer futurología”, resumió el experto, y concluyó: “Hay que ser cautelosos. Si a dos meses de haber vacunado voluntarios vemos una respuesta inmune, es favorable, pero no será la última palabra sobre el tema: sería un tiempo muy corto para evaluar la efectividad de una vacuna”.

      PS


      Sobre la firma

      Irene Hartmann
      Irene Hartmann

      ihartmann@clarin.com